Abro el buzón, sobre de Carrefour.
Se mezcla con el resto de la correspondencia, lo subo a casa y lo dejo en la mesa del salón. Ya lo miro todo luego.
En otro momento sin intención abro el sobre y ¿qué me encuentro?
Pues fué curiosa la sensación. NAVIDEAR. Me sacó una sonrisa.
No me lo esperaba y me resultó divertido, enseguida quise más.
“¿TE APUNTAS?” me retan.
Abro aquella tarjeta blanca; un dibujo de unos cuantos regalos que rellenan la cara izquierda, y unos mensajes en bocadillo
Asegurarse al menos dos veces de tener 12 uvas. ¿Sólo dos veces?
Cierto. Los que seguimos la tradición de las uvas confirmamos varias veces que esté todo en orden de forma casi supersticiosa. Si, me veo reflejada.
Poner más zapatos??? Pues no lo había pensado pero gracias por la idea!!
Y lo de decorar hasta el perro… A veces nos pasamos pero es que siempre queda ese hueco por rellenar…!!!
Sigo abriendo la tarjeta y aquí llega el mensaje de Carrefour,
No te olvides de comprar el resto de los días aunque no estén marcados por el calendario, también es Navidear.
Cierro la tarjeta; no es rojo. Bien. Es un color más amable que me resulta menos agresivo. Acertado. Con mucha luz y que me transmite energía y calma a la vez.
Y en blanco, centrado, y con un tamaño que no me empalaga, el logotipo de Carrefour.
¿Quieres saber por qué quise escribir sobre NAVIDEAR?
Dentro de la tarjeta había un detalle que me ha encantado.
Son unas pegatinas para poder poner a quién va dirigido mi regalo navideño y que me parecieron súper simpáticas.
Lo que más me ha gustado es que ha sido un REGALO BLANCO como he decidido llamarlo yo:
Véis que las pegatinas no tiene logotipo. No han tenido miedo de no aparecer en ellas.
Fijaos cómo va a ser:
Yo pongo una de estas pegatinas en un regalo que compré (en Carrefour o no)
Y ahí está la cosa; que Carrefour va a estar de todas formas presente en el regalo, porque cuando lo abran, yo voy a decir:
“Y la pegatina para poner TU NOMBRE me la ha enviado Carrefour”
Voy a seguir Navideando, un abrazo fuerte.
Deja una respuesta