¿Contra quién competimos?
Llevaba todo el día reflexionando sobre esto.
Con cuántas personas me enfrentaba para conseguir una meta que tenía propuesto alcanzar, algo entre manos.
Hice unos cálculos.
Un colega me preguntó una vez «¿Quién prefieres ser, la peor de los mejores o la mejor de los peores?» Vueltas le di al tema.
Cada cosa tiene su punto.
Si estás en el primer grupo siempre aprendes, avanzas, pero nunca llegas. Y si prefieres ser del segundo estás más tranquilo, pero no creces.
Esta situación me ha hecho volver a reflexionar sobre aquello.
Entonces iba yo haciendo mis matemáticas mentales por la calle para saber exactamente cuántas personas iban a pegarse conmigo para conseguir su propósito. Y yo con ellas.
Una va desnuda a la batalla ¿no? A enfrentarse al día día de la vida, con sus herramientas, sus conocimientos, sus miedos, sus ilusiones…
Te imaginas los más feroces contrincantes, todos con sus cestas llenas con todo lo necesario para … y yo… ¿qué llevo en mi cesta?
Seguí calculando. 207. Ese era el número que me salía. Competía contra 207.
Y aún así la pregunta seguía en el aire ¿Contra quién compites?
Ese día fui en metro al trabajo, y según bajaba las escaleras buscando hacia dónde dirigirme para ubicarme en el sentido correcto, me topé con este cartel.
Ese «UNO» fue un sartenazo en mi cabeza. Era la respuesta.
Uno mismo. Ése es el rival.
Somos nosotros nuestros propios retos, límites, horizontes y éxitos.
Agradecí la respuesta, dura, y quizá me dejo más preocupada de lo que estaba antes, pero también me ayudó a centrarme.
Muy interesante la forma en que se dirigió a mi. Sentí una voz fuerte, no me gritaba, pero tenía fuerza, quizá el contraste tan grande negro – blanco y el tamaño del cartel.
Me atrajo también la mezcla dura y cercana de la letra. Por un lado rectangular de líneas firmes, también distante. Y por otro lado redonda; sin mentiras, accesible. Más en línea con la idea de la campaña.
Llamativo el efecto del texto. Vas por el metro, pensando en tus cosas, te encuentras un cartel: «UNO (punto)»
Inmediatamente te pasa por la cabeza
¿Un qué?!!!
¡¡¡¡¡Necesito mirar el renglón de abajo a ver qué es!!!!! Y mientras camino!!!!!, porque voy con prisa… Y no voy a parar, pero tampoco voy a irme con la duda…
“Uno. Número de personas necesarias para cambiar el mundo”
Me impacta también el punto. Ya hablaremos más sobre ese punto (en otro post que tengo pendiente y que saldrá no sé cuándo, pero en breve 🙂 )
Me sorprendió porque momentos antes la pregunta merodeaba por mi cabeza ¿Contra quién compites?
Y me la resolvió: Uno.
Un abrazo
Campaña: Living for others Agencia: Allwhite
18 noviembre, 2016 a las 11:21 AM
Más razón que un santo llevas, sí señora
Muy buena reflexión
21 noviembre, 2016 a las 10:56 PM
Me alegra que me leas, gracias! MuaK
22 noviembre, 2016 a las 11:14 AM
A veces pasa que eres el pez más chico del acuario de los mejores, y sin haberte dado cuenta pasas a ser el mejor o la mejor. ¿Y entonces? Volvemos a tu dilema: te quedas como la mejor del estanque… ¿o migras?
29 noviembre, 2016 a las 11:18 PM
Me gusta como suena esa palabra «migrar» gracias!
25 marzo, 2017 a las 1:12 PM
Muy viejo eso de cola de león o cabeza de ratón. Y, no es un número el UNO, se trata del ser o no ser, tiende uno a culpar al resto, eso sí, decque otra forma el cielo será nuestro¿ Sobre bel punto te espero, se trata sin duda del principio de lo nuevo, ahí nace el nuevo camino